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Me considero la tía más gilipollas, más payasa, más tonta, más idiota, más ilusa, más borde y más estúpida del planeta cuando tengo que serlo.
Pero también me considero una de las personas más buenas y reservadas que te puedes echar a la cara, aunque no lo aparente, una en la que puedes confiar sin preocuparte lo que vaya contando por ahí...
Una persona que lo da y lo dará todo por sus verdaderos amigos, que hará la mayor gilipollez conocida en la tierra por tan sólo verlos sonreír. UNa persona, que dentro de lo que cabe, es feliz.
Antes puede que sí, pero ahora, hoy por hoy me importa una mierda lo que la gente pueda pensar de mi. Soy como soy, y si tengo a gente a mi alrededor es porque me quiere por lo que soy. Y con eso me basta y me sobra. 
Soy consciente de que no me pagan por ser amable, así que solo lo soy con quien sé que también lo será conmigo.
Soy egoísta, mucho. No en plan 'todo para mi' si no en plan 'si yo a ti no te importo, tú a mi menos', es decir, espero que los demás den el primer paso para que, a la hora que me toque a mi dar algo, lo de en la misma cantidad que lo he recibido.
Las inseguridades y los complejos inundad mi vida, pero aún así me quiero, porque si no me quiero yo, ¿quién lo va a hacer?
He construido un muro alrededor de mi autoestima para que nadie ni nada pueda dañarla, y créeme, me funciona bastante bien. La vida me ha dado bastantes malas experiencias, y se puedes decir, que de tanto fumar decepciones me ha dado cáncer de desconfianza. 
No sé lo que es desvivirse por alguien, no sé lo que es que esa persona sea tu tan necesario oxígeno, no sé lo que es el amor verdadero. Pero, ¿sabes? Tampoco tengo prisa en descubrirlo, dicen que lo bueno se hace esperar. Es difícil enamorarme pero no imposible. 

33∞

Mírame, no lo parece pero soy fuerte. Me resbala si follas o fallas. Si te sigue faltando cerebro o si te sigue sobrando ahí abajo.  No me han quedado cicatrices de la ostia que me pegué, ni refugios, ni paisajes. No me han quedado ganas de ti en general. Solo una indignación que se parece a la resaca de los domingos y un poco de odio hacia todo lo que tenga que ver contigo. 

32∞

¿Es un te quiero o un te quise? Si duele, es que te importa, o eso dice mucha gente. Siempre me ha 
gustado sonreír incluso a lo negativo. Me gustaba poner la música alta hasta quedarme sin tímpanos, recorrer cada calle, mirar arriba para ver el final de los rascacielos, mirar los álbumes de fotos, los recuerdos, el verano, los sueños, la ilusión, acordarme del batido de chocolate que tan bien me sentó, sí, aquel que me tome con mis amigas, uno de los mejores días de mi vida. 
Recordar el tacón que se me rompió en la fiesta que me arregla más que en toda mi vida. Acordarme del guiño de aquel tío que me gustaba, el concierto en que me quedé afónica, el primer beso. Cómo sonreía, sonreía sin parar, me apetecía hacerlo. ¿Hoy? Ahora se llevan más los besos que las sonrisas; y yo no tengo ninguna de las dos cosas. 

31∞

Ella tiene tanto miedo de ser como es de verdad que juega a ser alguien más. No le ha dicho a casi nadie que tiene un blog en el que expresa de verdad lo que siente, tampoco ha dicho que toca la guitarra, que escribe canciones o que daría lo que fuera por viajar alrededor del mundo, en vez de quedarse aquí en Málaga, sólo por contentar a sus padres. 
Ella no suele pedir abrazos, suele robarlos. No le gusta que la miren fijamente porque se pone tan nerviosa que no le salen las palabras, y por ello suele hacer el ridículo. Ella tiene la sensación de que el mundo está loco y que cada vez hay menos personas que valgan la pena, por eso ella no encaja. 
Ella se alegra de que vuelva a ser verano y que hagan días de sol todos los días. Ella tiene el record de enamorarse de la persona equivocada, y por eso siempre sale dañada. 
Le da pánico hablar en público. Es celosa (aunque siempre dice lo contrario), le gustan los perros y el verano que viene quiere salir de aquí. 
Ella tararea canciones en silencio y si, alguna vez está triste, se le nota demasiado. 
Tiene miedo de perder cosas, de cagarla siempre. Ella a veces se siente un bicho raro, pero eso es lo que menos le importa. Ella soy yo.